Dos principios han guiado todo el proceso de elaboración de este libro, respeto y responsabilidad; respeto y responsabilidad con nuestra profesión, con nuestros compañeros y compañeras, con la ciencia que sustenta todo nuestro marco teórico y, sobre todo, respeto y responsabilidad hacia las personas a las que entrenamos, aquellas que finalmente obtienen el resultado de lo que, se supone, sabemos hacer.
Al mismo tiempo, una idea ha contaminado cada letra, cada línea, cada párrafo: ofrecer el mejor programa de entrenamiento posible. Esa idea lleva asociada un concepto que repetiremos varias veces a lo largo de este trabajo: No todo vale.
Si, se puede hacer mejor. Se pueden diseñar mejores programas de ejercicio, en este caso concreto, mejores programas de ejercicio que atiendan a las necesidades y circunstancias de las personas que tienen osteoporosis y también, como veremos, aquellas que están en riesgo de sufrirla.